jueves, abril 12, 2007

Preámbulo a las instrucciones para crear un blog

Cuando te regalan un blog, no te dan la oportunidad de ordenar secuencialmente ceros y unos binarios. Ni la incertidumbre y el pánico de enfrentarse diariamente a la pantalla blanca.

Cuando te dan blog te regalan algo más que el carnet de socio de un club de escritores de vocación casi consagrados y talentosos fotógrafos aficionados. Es el deber de decir algo diferente sin decir lo mismo, de ser auténtico aunque a nadie le importe, aunque el mundo sigua girando indiferente.

Cuando te otorgan un blog te dan el deber implícito de rellenar periódicamente con una de esas esclarecedoras miles de ideas que se te ocurren cuando vas en el metro, pero que se esfuman cuando apoyas el culo en la silla. El deseo a ser un blogger reconocido y el miedo de no ser descubierto en la locura plasmada digitalmente, en transfondos que nos retratan crudamente tal cual somos.

Cuando te relagan un blog, en realidad eres tú el regalado…