Pasaron las fiestas, el 2008 ya no está más virgen, y ahora tocará dejar los planes nuevos que hagamos para 2009.
¿Y si mejor comemos turrones y mariscos todo el año? Estaría mejor tomar champagne más seguido, salir de fiesta maratónicamente con más frecuencia y decirles a las personas que están – y a las que no están también - lo importante que son en nuestras vidas.
Lamentablemente, esta historia me suena repetida, a deja vu…