Un día 6 de enero de un año cualquiera (ni siquiera ellos sabían que día marcaba el calendario), reunieron todos sus bienes y emprendieron un arduo camino. Uno llevaba todo lo que su familia consiguió juntar en meses, el otro la esperanza del pueblo, y un tercero sus ahorros de años de trabajo.
Los tres descendían de diferentes etnias, tenían distinto color de piel y hasta hablaban diferentes lenguas, pero les unía el destino y las ansias de llegar. Una estrella fugaz les servía de guía, pero internamente les carcomía el miedo de saberse a la deriva, sin más resguardo que lo que llevaban puesto.
5 comentarios:
"evan consigo dicha y fortuna hacia quienes los reciben. Ofrecen a su paso todo el capital que poseen: ellos mismos, sus manos y sus cuerpos."
JAJAJAJAJAJAJAJAJA
Y delincuencia y sus miserias y mugres varias
¿Hace falta que te conteste algo?
Además, yo trabajaba con 2 dominicanos en restauración que cuando acababan se duchaban, y ningún ibérico les imitaba...
Madre mía con los anónimos.
Gracias por pasarte por el blog.
He visto que participas en el concursito... Y te he votado.
A ver si te ven y te leen.
:-)
Un saludo.
Si tienes alguna preferencia por la categoría, dímelo.
Lo mío va de fotoblogs, por si te da por votar, aunque lo que más me gusta es que mires y me hagas comentarios.
A mí es que la excusa del voto me sirve para venir a veros. :-)
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