martes, abril 03, 2007

Había una vez...

Había una vez un secreto. Redondo, pequeño e inquieto, este secreto se movía sin que a nadie le llamase la atención, ni que nadie se percatase de su presencia, ya que era un secreto común y corriente.

Luego, con el correr de los años, fue creciendo a nuestras espaldas. Hasta que sorpresivamente, pasó lo esperable. Y llegó el conocido del conocido que le contaron que vio, pero no estaba tan seguro, que

Y entonces todo cierra: las puntas de los cabos se unen, las piezas del puzzle encajan (puzzle que uno, imbécil inocente, desconocía).

Entonces, se supone que 2 más 2 son 4, y que las murallas que inútilmente nos separaban se derribarían, y uno se abrazaría, y aceptaría esta nueva realidad (que ya es vieja), y celebraría por lo alto esta situación, reconciliándose con la persona que uno creía tener confianza talibán.

Pero no. La historia no se escribe así. Todas las piezas encajan en la explicación perfecta, pero no saben que sabemos. Y los papeles se invierten. Sin embargo, en el paladar amargo se enjuaga un horrible parecido a revancha, y las arcadas no consiguen despegar al ácido regusto de la boca.

Y ese regusto que no nos deja. Lo peor no es ser engañado, sino darse cuenta de ese engaño, que ignora nuestra mano extendida, reconciliadora. Y entonces viene la culpa, las acusaciones internas: como no me he dado cuenta antes, por qué esperamos sinceridad de otras personas, que como es posible


El secreto, olvidado, una vez desnudado vuelve a ser pequeño, y es aceptado en su realidad como si hubiese sido franco desde el primer día. La confianza, en cambio, sigue retorcida, sin solución a la vista. Ya se que no es tan grave, que quizás en tu lugar hubiese actuado igual. Pero la aluminosis ha hecho añicos los cimientos. El edificio apolillado se derrumba…

No quiero volver a coser los andrajos nuevamente, y aunque quisiera, no podría convertir los jirones en un Channel refinado. Apostaste a que nunca me enteraría, y perdiste. Ahora, ¿cómo voy a prometerte que te creeré todo lo que me digas?

5 comentarios:

Ana Durá Gómez dijo...

Entrada encriptada, no sé, una traición? Me esfuerzo, pero hay demasiadas cosas detrás que no sé.

Saludos, y seguimos por aquí aunque todo esto se acabe.

Leicca dijo...

Cro,
mil blesos.

Ana Durá Gómez dijo...

Hola y saludos.

Feliz Semana Santa

Ana Durá Gómez dijo...

Supongo que de mona...

Anónimo dijo...

Excelente foto