lunes, noviembre 27, 2006

Biblio tomo II: Biblioteca Miquel Llongueras

La biblioteca Miquel Llongueras del barrio de Les Corts, levanta sus tres pisos a pocos metros del Camp Nou. Al estar rodeada por un jardín parece ser un edificio imponente, pero es el más bajo de la Riera Blanca, avenida que marca el límite entre Barcelona y L’Hospitalet del Llobregat. En sus instalaciones se reparten libros, música, películas, revistas, ordenadores, televisores, una sala de actos, oficinas del ayuntamiento y hasta alberga un stand promocional de la Universidad a Distancia.


En este centro, uno de los más activos de la ciudad, se organizan diversos clubes de lecturas, un ciclo de proyección de películas, cursos de ofimática y de acceso a las nuevas tecnologías y encuentros para alentar a los niños de uno a cuatro años a que pierdan el miedo a los libros.


Es martes y en el subsuelo de la Llongueras todavía quedan algunos pequeños que conversan en voz alta y van y vienen inquietos. En el fondo de la sala, Dani acomoda dos docenas de sillas en círculo para la reunión mensual del ciclo de lectura científica. También se desarrolla uno en alemán y otro en italiano, pero hoy es el turno de hablar de obras relacionadas con la ciencia. Él es la referencia, el bibliotecario que hay que consultar, el coordinador de este ciclo. Pero la organizadora, especializada en comunicación científica, es Bibiana Bonmatí Recolons. Ella es la que decide que libro se lee, la que contacta a los invitados y la que gestiona los turnos de conversación de los participantes que intervienen en el intercambio de opiniones y pareceres.


El libro de este mes es el primer trabajo de un escritor cuya obra levanta ampollas:
Dan Brown. Ángeles y Demonios desarrolla su trama de complots y traiciones en las instalaciones del CERN, el Centro Europeo de Investigación Nuclear. Por eso, la invitada es Silvia Olave, doctora en física que realizó su tesis doctoral en esas instalaciones. Desde la lejanía impuesta por la alta graduación de los cristales de sus gafas, comenzará a derribar desde el comienzo los mitos construidos alrededor de la ciencia como algo incuestionable. Bajo su apariencia anti-friqui, narrará sus años pasados en el centro, al que recuerda como un espacio más cercano a un campus universitario que a un área militar, aunque el padre del Código Da Vinci se empeñe en retratarlo como el área 51 del incidente Roswell.

No hay comentarios.: